Si conoce las ventajas del uso correcto de un motor turbo diésel en un coche, un vehículo comercial, un tractor o una caravana, ya sabe lo más importante. Los consejos que se pueden dar para garantizar una conducción segura y eficaz con un chip de potencia son, por lo general, los mismos que dan los fabricantes de automóviles. No obstante, el conductor deberá permanecer más atento cuando instale el chip de potencia. Especialmente durante los primeros kilómetros, mientras se acostumbra al aporte de par y potencia y para habituarse a las nuevas referencias.
Lo primero que hay que tener en cuenta es no exigirle demasiado al motor cuando esté todavía frío. Cuando se arranca el vehículo, y mientras la aguja de la temperatura no indique que el motor está caliente, el cambio de marcha debe realizarse entre 1500 y 2200 r. p. m. como máximo en un turbo diésel. Un turbo al que se le exija demasiado en frío puede que exhale su último suspiro a medio plazo.
La instalación de un chip de potencia no es un remedio milagroso que convierte a un 2 CV en un Fórmula 1. Los dispositivos de freno, amortiguación y seguridad siguen siendo los mismos. Por tanto, debe adaptar su comportamiento y respetar el código de circulación. Cuando el motor está caliente, el cambio de marchas se realiza por lo general a entre 2200 y 2700 r. p. m., raramente por encima de las 3500 r. p. m., ya que el motor sufrirá inútilmente porque la centralita adicional ya habrá efectuado su labor. La nueva reserva de potencia no se utiliza de manera permanente, sino cuando es necesario a la hora de adelantar, en una cuesta, para sortear el tráfico o cuando se lleva a una pesada carga, por ejemplo. Con un correcto uso del chip de potencia mediante una conducción correcta, respetará mejor su motor y logrará que el vehículo registre una sensible reducción del consumo de combustible.
Cuando detiene el motor, el turbo sigue girando a más de 100 000 r. p. m. y va reduciendo su rotación progresivamente. Si esta fase de desaceleración se realiza sin lubricación, el turbo se desgastará de forma prematura. Para evitarlo, antes de cortar el contacto, especialmente cuando se le haya exigido demasiado al motor, inmovilice el vehículo y deje el motor al ralentí durante, al menos, 30 segundos.
Resulta inútil subir demasiado las revoluciones, ya que la potencia y el par están en los regímenes bajos.
No exigirle demasiado al motor cuando esté todavía frío.
Este sitio web utiliza cookies que usted puede configurar.