He optado por un chip de potencia P-Tronic que es una referencia en materia de calidad en la fabricación de sus componentes. La potencia que anuncia parece consecuente (de unos 226 CV), aunque hay que saber que los nuevos motores BMW salen con entre 15 y 20 CV más de los anunciados, y con las nuevas normas de contaminación, estos motores están muy limitados.
 Instalé el chip de potencia nada más comprar el coche, siguiendo el asesoramiento de un técnico de P-Tronic, que me confirmó que no afectaba en absoluto al rodaje, dado que el chip no hace más que liberar la potencia «real» del coche.
 Tan solo hay que mantenerse relajado y no forzar la mecánica durante los primeros kilómetros, al igual que un rodaje clásico. El chip de potencia se instala de manera sencilla y directamente en la alimentación del conducto de inyección.
 Incluye unos ajustes que varían del 19 % de potencia adicional al 31 %, cuando el ajuste de fábrica es del 25 %. 
 Se pueden modificar los ajustes según lo que se perciba con respecto al aporte de potencia.
 Dispone de un sistema de seguridad que permite que si uno de los componentes internos se afloja, se vuelve a la configuración original automáticamente.
 No afecta en absoluto a la presión del turbo.
 Tan solo calcula el tiempo, la presión y el volumen de combustible inyectado de acuerdo con las normas de los fabricantes.
 En carretera, para haber probado un 120d de fábrica, el par motor resulta más importante y se alcanza más rápidamente (1500 r. p. m.), y el impulso sigue siendo lineal, aunque más fuerte y constante.
 El consumo es menor si se rueda a una velocidad estable por autopista, aunque es más consecuente que el de fábrica si se conduce de manera más enérgica (unos 7,5 l en conducción mixta) Además, hay que saber lo que se quiere.
 El precio ronda los 500 euros al realizar el pedido por internet, aunque se ha incrementado desde entonces, ya que el modelo de chip ha cambiado hace poco debido a la nueva configuración de la electrónica de BMW.

bobix, leído en el foro bmw-one.com