Tras un mes buscando entre las ofertas de centralitas electrónicas, finalmente me decidí por una P-Tronic para mi BMW 320 d, ya que, tras hacer múltiples preguntas y obtener diferentes respuestas en los foros, decidí preguntar directamente al fabricante. Le planteé mis preguntas a varios fabricantes y, de entrada, P-Tronic fue el único que respondió no solo en menos de 24 horas, sino en apenas unas horas (¡y en sábado!). A pesar de que otras tres empresas me respondieron en 48 horas, P-Tronic fue la única que siguió asesorándome en la elección, lo que, en mi opinión, no dio ninguna oportunidad a la competencia. ¡Qué mejor publicidad que esa! Sé que si se produjese alguna desafortunada incidencia tras la venta, me transmiten la confianza necesaria en su servicio.
 Pero os hablaré un poco del dispositivo en sí. Llegó en un tiempo récord (24 horas tras efectuar el pago) y lo instalé en 3 minutos, por lo que pude probarlo nada más volver del trabajo. Sin que se haya convertido en un F1 (¡no es más que un 320 D!), la conducción resulta mucho más agradable y ofrece una potencia y un par motor mucho mayores que los de fábrica. Con respecto al consumo, no se aprecian por el momento grandes cambios, aunque volveré pasados unos cuantos miles de kilómetros, ya que resulta imposible, al principio, no dejarse llevar por el placer de conducir y, por lo tanto, seguir consumiendo lo mismo que antes. Porque lo cierto es que ¡es posible consumir lo mismo que antes y disfrutar al máximo de la conducción gracias a la centralita! Gracias a todo el equipo P-Tronic y, sobre todo, a la persona que tanta paciencia tuvo conmigo a la hora de responder a todas y cada una de mis preguntas.

Stéphane H,  Ham-Sur-Heure-Nalines