Estoy contento con mi chip de potencia, que borra en gran parte el gran defecto del Seat León TSI 150CV: la longitud de sus relaciones de transmisión. Con la adición de potencia y par, mi León ciertamente no se ha convertido en un guerrero, pero es mucho más agradable de conducir y más seguro. Por cierto, te voy a enviar un cliente: mi cuñado tiene el mismo motor que yo en su Golf.
Sebastián S., Teruel
Este sitio web utiliza cookies que usted puede configurar.