El Opel Mokka 1.2 Turbo me dio bastantes problemas: siempre me he preguntado dónde escondía sus 131 cv. No soy un gran especialista, pero me han dicho que se debía sobre todo al torque: 200 Nm era demasiado poco. Esto obliga a bajar mucho de marcha en cuando llegan cuestas. Con el chip, la diferencia es palpable. Por fin disfruto al volante de mi pequeño SUV. También me alegra que el chip haya resuelto los problemas de sacudidas que tenía antes. En pocas palabras, estoy muy satisfecho con el producto.

Wallid S., París